15 alimentos que no debes poner en el frigorífico
Si el frigorífico es muy práctico para almacenar la mayoría de tus alimentos, algunos de ellos deben permanecer al aire libre para conservar su sabor y sus cualidades nutritivas.
Por miedo a que la comida se estropee o por simple practicidad, es común guardar todo lo que compras en el frigorífico , sin preguntarte realmente si ese es el mejor lugar para cada uno de los productos.
¡Y precisamente, algunos no tienen nada que hacer en el fresco! O porque no soportan temperaturas demasiado bajas y corren el riesgo, contra todo pronóstico, de estropearse más rápidamente. Ya sea porque el frigorífico altera sus sabores y cualidades nutricionales . En algunos casos, esto último puede incluso hacer que el alimento sea peligroso para la salud.
Enumeramos 15 alimentos que se conservan mejor a temperatura ambiente y explicamos por qué. Descúbrelos haciendo clic en la imagen en la parte superior del artículo.
¿Qué alimentos se guardan siempre en la nevera?
Por el contrario, el resto de alimentos deben guardarse siempre en el frigorífico . Este es el caso de la carne y el pescado , en particular, propicios para la proliferación de bacterias. Pero también yogures, botellas abiertas de leche y zumos de frutas, productos de hostelería y masas de tarta… Y, en general, todo lo que compras en la sección de frescos de tu supermercado, así como los restos de los platos que has cocinado.
Para garantizar una conservación óptima, es recomendable almacenar adecuadamente su frigorífico. En primer lugar, retira los envoltorios de plástico o cartón antes de guardar los alimentos, ya que ocupan espacio y no son muy higiénicos. Evite sobrecargar su refrigerador, para que el aire fresco circule adecuadamente.
Para limitar el desperdicio, coloca los productos con la fecha de caducidad delante de y los que tienen la fecha más larga al fondo. También es importante ajustar correctamente la temperatura de tu frigorífico: siempre debe estar por debajo de los 4°C, pero por encima de los 0°C.
Refrigerador: un lugar para cada producto
Finalmente, tenga en cuenta que la temperatura no es la misma en todas las áreas del dispositivo. En la zona más fría , situada a menudo en la planta superior, se colocan los alimentos crudos (carnes, pescados, mariscos, mayonesa casera, etc.) y los lácteos.
En la zona fría (parte intermedia), guarda en recipientes herméticos tus sobras, productos de hostelería , lácteos , bollería, sopas caseras, etc. En el cajón de verduras se pueden guardar frutas y verduras maduras y delicadas . También puedes ponerle queso. En la puerta , coloque las botellas y tarros de salsa abiertos, así como la mantequilla.
1. Tomates: perderán su sabor
¿Siempre pones tus tomates en el cajón de verduras de tu refrigerador? ¡Gran error! El frío altera sus células, haciéndolas blandas, blandas y harinosas.
2. Aguacates: ¡frescos, pero no fríos!
El aguacate debe mantenerse fresco, pero no frío: 6°C máximo. Porque si aún no está del todo maduro, ponerlo en el refrigerador solo lo hará más difícil.
Para su maduración, la web lesfruitsetlegumesfrais.com recomienda colocarla cerca de otras frutas, como manzanas o plátanos que desprenden etileno, o envolverla en papel de periódico.
3. Melocotones: la pulpa será harinosa
Es cierto que estas frutas con hueso se comen en verano, pero no necesitan enfriarse. De hecho, el frío altera su sabor, hace que su carne se vuelva harinosa y hace que pierdan sus nutrientes. Opta por un lugar fresco y recuerda comerlos dentro de dos días. Este es también el caso de otras frutas de hueso, como las nectarinas y los albaricoques.
4. Patatas: cuidado con los cancerígenos
Las papas se pueden mantener frescas, pero esto no deja de tener consecuencias para la salud. Los expertos han demostrado que en esta condición, el almidón que contienen se convierte en azúcar. Cuando se cocinan, estos azúcares se combinan con un aminoácido, produciendo un compuesto llamado acrilamida, considerado potencialmente cancerígeno.
5. Ajo: ¡especialmente seco!
El ajo es un condimento que no necesita ser guardado en el refrigerador. Por el contrario, debe conservarse en un lugar seco, protegido de la luz y sobre todo a temperatura ambiente. Este alimento puede permanecer en estas condiciones desde 6 meses hasta 1 año.
6. Almendras: siempre protegidas de la luz
Las almendras secas no soportan el frío. Sobre todo porque no lo necesitan ya que se conservan todo el año. Siempre que se guarden al abrigo de la luz para que no se pongan rancios.
7. Calabazas: el frío las hace difíciles de cortar
Si compra calabazas, calabacines o calabacines enteros sin abrir, no necesita guardarlos en el refrigerador. Estas verduras se pueden conservar en este estado durante varias semanas, en un lugar fresco y seco. Será mucho más fácil cortarlos más tarde.
8. No hay café en la nevera.
Mantener el café molido abierto en la nevera es un error muy común. Al café no le gustan las temperaturas extremas, ni frías ni calientes. Es mejor guardarlo en una caja hermética, colocada en un lugar seco, de lo contrario corre el riesgo de perder su aroma y absorber los olores de los alimentos vecinos. El congelador puede ser una opción si desea almacenarlo durante varios meses.
9. Cebollas: no deben brotar
La cebolla debe conservarse en un lugar seco. Lo más importante es guardarlo lejos de la luz, de lo contrario empezará a germinar. Esta es la mejor manera de preservar su sabor y cualidades nutricionales.
10. Albahaca: se marchitará si hace frío
La albahaca es una planta frágil que no soporta el frío, lo que hace que se marchite más rápidamente. También perderá su sabor al absorber los olores del refrigerador. Mejor mantenerlo al aire libre en un vaso de agua.
11. Huevos
Es muy común guardar los huevos en el refrigerador. Sin embargo, esto realmente no es lo ideal, porque perderán su sabor y absorberán los de los alimentos vecinos. Se conservan mejor a temperatura ambiente. Evita, eso sí, grandes diferencias de temperatura: si tu caja ya está en la nevera, déjala en su sitio y cambia tu práctica por la siguiente.
12. El chocolate
A este manjar no le gustan las grandes diferencias de temperatura, que alteran su sabor y dan lugar a la formación de una película blanca en su superficie. Guárdelo en un lugar templado y seco; por ejemplo, guárdelo en una caja hermética en un armario de su cocina.
13. El pan
Colocar el pan en la nevera es la mejor manera de endurecerlo más rápido. Guárdelo a temperatura ambiente, enrollado en un paño de cocina o en una caja de pan.
14. La miel
Este dulce néctar se conserva bien durante años. Para ello, no hace falta meterlo en la nevera: basta con la alacena de tu cocina. Almacenado en frío, corre el riesgo de endurecerse y cristalizarse, perdiendo así toda su tersura.
15. Melón y sandía
Muy populares en verano, estos alimentos suelen conservarse frescos… de forma equivocada, ya que esto les hace perder su sabor y todos sus buenos antioxidantes.