¿Cómo limpiar naturalmente las baldosas viejas?
Aportando un toque cálido incomparable a todos los interiores, los pavimentos antiguos se presentan en una gran variedad de colores y tonalidades para adaptarse a todas las decoraciones. Para que conserven su estética y elegancia, deben limpiarse adecuadamente. Aquí hay métodos naturales simples y económicos para lograrlo.
Pavimentos, un revestimiento lleno de encanto
Viejos revestimientos de suelos, los tomettes son baldosas de terracota cuadradas o hexagonales que se adaptan a los interiores mediterráneos y provenzales y se originan en el sur. Muy apreciados en decoración por su autenticidad, están disponibles en el mercado en todo tipo de colores que van desde el ocre, al amarillo claro, pasando por el bermellón, el rojo oscuro, el cascarón o el negro. El grado de cocción del material así como la elección de la arcilla utilizada para su fabricación determinarán el color. En general, el sur de Francia es más aficionado a los colores claros y ocres, mientras que el norte prefiere los azulejos de color rojo oscuro.
Este material debe su éxito no solo a su estética, sino también a su carácter natural ya que está desprovisto de Compuestos Orgánicos Volátiles, sin mencionar que es duradero y sólido. Las baldosas del suelo son incluso compatibles con la calefacción por suelo radiante. Y al ser un material “transpirable”, favorece la eliminación de la humedad y previene la aparición de moho. Sin embargo, esta particularidad es una desventaja, porque las baldosas del suelo son porosas. Luego se vuelven más propensos a mancharse. Por esta razón, el revestimiento necesita un mantenimiento regular. Se recomienda evitar el uso de productos químicos demasiado agresivos para este fin, dada la porosidad de los suelos de terracota. En su lugar, prefiera productos naturales, más suaves, pero muy efectivos.
Métodos naturales para limpiar baldosas viejas
El bicarbonato de sodio es uno de los productos más recomendados para limpiar baldosas viejas sin dañarlas. La técnica es sencilla. Mezcle una taza de bicarbonato de sodio con un balde de agua caliente. Sumerja una escoba de microfibra o un cepillo en el agua y luego lave el revestimiento. Luego enjuague con agua.
El jabón negro también es muy efectivo en las baldosas. Procede de la misma forma que con el bicarbonato de sodio, vertiendo una dosis de jabón en un cubo de agua caliente. Limpie normalmente y luego enjuague.
Tenga en cuenta que puede sustituir este producto con jugo de limón. Nada mejor para restaurar naturalmente el brillo de su piso.
Todavía en la gama de limpiadores naturales, también se recomienda la piedra de arcilla. Reaviva las baldosas a la vez que elimina toda la suciedad.
Una vez que las baldosas viejas estén limpias, es hora de lustrarlas. El aceite de linaza te ayudará con esto gracias a sus propiedades abrillantadoras. Coge un trapo o una brocha grande y aplícalo por toda la superficie. Deje reposar varias horas. Si no ha obtenido el resultado deseado, no dude en volver a iniciar la operación. Tu suelo se vuelve radiante gracias a este práctico y económico tip.