2 consejos para conseguir la leña perfecta

2 consejos para conseguir la leña perfecta

El rendimiento y la contaminación de una estufa o insertable dependen en parte de la calidad de la leña utilizada. ¿Cuál es el combustible más eficiente y menos contaminante para calentar un interior? El poder calorífico, la duración de las leños, el calor producido y la limpieza de la combustión son elementos a tener en cuenta a la hora de seleccionar la leña.

¿Cuáles son los criterios para elegir la leña?

Para proporcionar un buen rendimiento, la leña debe cumplir con estos criterios de calidad:

  • Debe estar seco, con no más del 20% de humedad. La leña húmeda emite una gran cantidad de contaminantes además de proporcionar una pequeña cantidad de calor. ¿Cómo reconocer la madera seca? Es ligero y agrietado en los extremos. No tiene rastros de moho ni hongos. La madera también está lista para usar si hace un chasquido cuando golpea otro tronco.
  • Se quema lentamente. Tenga en cuenta que la densidad de la madera determina su combustión. Cuanto más denso es, más calorías produce durante mucho tiempo.

Para obtener madera seca en otoño e invierno, lo mejor es abastecerse con anticipación y secarla en un lugar resguardado de la intemperie. Para que se seque rápidamente, debe cortarse y dividirse, luego almacenarse en un lugar ventilado y expuesto al sur si es posible.

¿Cuáles son las mejores leñas?

La norma francesa clasifica las especies de leña en tres grupos según sus propiedades y la cantidad de calor que proporcionan:

  • Grupo 1: maderas duras que tienen un poder calorífico muy alto debido a su combustión lenta (roble, haya, fresno, olmo, arce, carpe, etc.);
  • Grupo 2: castaños, falsas acacias, cerezos silvestres y algunos frutales;
  • Grupo 3: maderas duras blandas (chopo, plátano, abedul, etc.) y maderas blandas (pino, abeto, etc.).

Para calentar un interior, las maderas duras son las más adecuadas. Gracias a sus fibras muy densas, se queman lentamente y aportan una importante cantidad de calorías. Las maderas duras blandas, por otro lado, se queman rápidamente. Sin embargo, son prácticos para encender el fuego y calentar la casa cuando la temperatura exterior es templada. Las maderas blandas, por otro lado, son menos adecuadas para la calefacción . Además de una combustión rápida y un aporte calórico demasiado bajo, ensucian el equipo. También está prohibida la madera recuperada tratada y barnizada, porque su combustión libera gases nocivos para la salud.

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