9 consejos de pintor para conservar la pintura sin que se seque

9 consejos de pintor para conservar la pintura sin que se seque

¿Cómo se conserva una lata de pintura abierta pero no completamente vacía? Es posible conservar el producto restante adoptando las técnicas adecuadas. ¿Qué son? Pasar la pintura a otro recipiente, cerrar bien el recipiente… Un resumen de consejos para guardar los botes de pintura abiertos.

Rehacer el sellado de la lata de pintura

Una vez abierta, una lata de pintura deja de ser hermética, lo que puede secar su contenido. Por lo tanto, es imprescindible volver a hacerla estanca. Para ello, basta con eliminar los residuos de los bordes de la lata y de su tapa.

  1. Proceda a frotar estas partes con jabón doméstico;
  2. Aclarar con agua y secar;
  3. Una vez hecho esto, coloca un trozo de film transparente entre el tarro y la tapa antes de cerrarlo;
  4. Ponga cinta adhesiva en los trozos de papel que sobresalgan;
  5. Por último, el bote de pintura debe ponerse boca abajo para evitar que el aire circule.

Utilice otro recipiente para almacenar la pintura

Si sólo queda un poco de pintura, no es necesario guardarla en el bote original. Se puede almacenar transfiriéndolo a otro recipiente, como un tarro de cristal para mermelada. Es importante asegurarse de que el nuevo recipiente sea hermético y esté bien cerrado. Cuanto más pequeño sea el recipiente, más tiempo se conservará la pintura, a menos que se exponga a plena luz, frío o calor.

Elegir un bote de plástico fluorado para almacenar la pintura

Para almacenar eficazmente la pintura que contiene disolventes, nada mejor que una botella de plástico fluorado. Este recipiente tiene un tapón de rosca que lo hace perfectamente a prueba de fugas. También es resistente a los golpes y no deja pasar la luz. Es ideal para guardar la pintura sobrante que ya se ha utilizado

Abrir el bote de pintura con cuidado

Para conservar la lata de pintura original, sólo hay que tener cuidado al abrirla. Forzar la tapa para abrirla con un destornillador u otra herramienta afilada deformará la corona de la lata, impidiendo que se cierre correctamente.

Al ser suave, se puede conservar la forma y la estanqueidad originales del envase, lo que permite volver a cerrarlo sin necesidad de encontrar un nuevo envase.
Tenga cuidado con este método, ya que es necesario comprobar que el cierre del tarro sigue siendo efectivo.

También es necesario asegurarse de que los bordes del contenedor no tengan restos de pintura que puedan impedir su cierre.

Filtrar una pintura ya iniciada para evitar grumos

Elimine los pequeños grumos de una lata de pintura vieja utilizando el siguiente método:

  1. Con un cúter, corta el cuerpo de una botella de plástico. Un corte en el centro equivale al volumen de una lata de 0,5 l. Limpie el interior para eliminar cualquier rastro de agua.
  2. Dobla un calcetín sobre la parte superior de la botella (esto actúa como un embudo). Coloca las dos partes una encima de la otra, con el cuello hacia abajo.
  3. Póngase los guantes de vinilo y remueva la pintura antes de verterla en la media filtrante. Si es necesario, diluya la pintura (disolvente sintético) para hacerla más fluida.
  4. Coge el calcetín con una mano y con la otra aprieta la bolsa de pintura de arriba a abajo. Cuando el filtrado se haya completado y los grumos se hayan sellado, tire todo.

Aclarar la pintura que se ha vuelto opaca

Con el tiempo, la pintura que ya ha empezado a espesar tiende a volverse más gruesa. He aquí una receta sencilla para que vuelva a tener una consistencia fluida, sin necesidad de diluirla, y para utilizarla.

  1. Abre el tarro y coloca la tapa del lado de la pintura sobre una hoja de papel o plástico. De este modo, no habrá un exceso de grosor que impida volver a cerrar el tarro.
  2. Sumergir el tarro, con la tapa abierta, en un recipiente con agua caliente.
  3. Caliéntelo unos instantes al baño María.
  4. Mezclar la pintura con un batidor. Esto se puede hacer más barato con una percha. Para ello, elija una percha (de plástico o metal) con un perfil redondo. Córtalo para hacer una especie de gancho con una rama más larga que la otra. Monte este gancho en el portabrocas de un taladro eléctrico para obtener un látigo hecho a mano.

Una vez terminado el trabajo, cubra la pintura con un trozo de bolsa de plástico: no se formará ninguna piel.

Consejos prácticos para una pintura ideal durante la instalación

  • Si el trabajo de pintura se interrumpe

Retire las herramientas de la pintura y guárdelas en bolsas de plástico herméticas. Métalos en el congelador y sáquelos 30 minutos antes de volver a utilizarlos.

  • En caso de diluyente sucio

Se puede volver a utilizar. Déjalo en una lata durante varios días y fíltralo.
Para conservar una pintura con base de disolvente

Guarde la lata boca abajo para que no pase el aire.

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