Saber elegir y utilizar brochas y rodillos para pintar

Saber elegir y utilizar brochas y rodillos para pintar

¿Qué brocha y rodillo elegir según la superficie a pintar? ¿Cómo utilizarlas y luego limpiarlas para poder reutilizarlas? Elegir la brocha y el rodillo adecuados es un paso importante en el proceso de pintura. Una visión general de las herramientas y los métodos.

Preparar adecuadamente el equipo de pintura

Las brochas son mejores para pintar superficies pequeñas o elevadas (marcos, ventanas, muebles, vallas, etc.), y para bordear grandes superficies antes de rellenarlas con un rodillo.

Prefiera las cerdas de seda natural (pelo de cerdo) para la pintura, y las fibras sintéticas o mixtas para los productos más fluidos (tintes, tratamientos, etc.).

Utilice un rodillo para superficies planas (incluso estrechas) o superficies con curvas suaves: techos, paredes, puertas, cascos de barcos. Se utiliza con una bandeja de pintura.

Precauciones que hay que tomar antes de utilizar las brochas y los rodillos por primera vez

Para un cepillo

  • Un cepillo nuevo siempre pierde algunas cerdas la primera vez que se utiliza. Para deshacerse de ellas y obtener un cepillo liso, golpee la herramienta contra un borde varias veces. También puedes pasar la mano en dirección contraria al cepillo para eliminar las cerdas sueltas.

Para un rodillo

  • Para eliminar las fibras sueltas de un rodillo nuevo, aclárelo con agua corriente. A continuación, sécalo bien con un paño limpio y sin pelusas.

Utilizar correctamente las brochas

Las brochas también se llaman “pinceles” y se distinguen por su forma plana o redonda. Los tamaños de los cepillos redondos se designan con números del 3/0 al 8, que corresponden a diámetros de 15 a 32 mm. Los pinceles en pulgadas (pinceles con punta redondeada) se utilizan cuando no se desea un efecto tenso. Están más cargados de pintura. Su longitud de cerdas es más corta que la de los pinceles de recámara (con punta), lo que permite aplicar la pintura con precisión.

Fabricación de un cepillo de resina

Una vez aplicada la resina de poliéster a un sustrato, la brocha suministrada se endurece y suele desecharse. Se puede hacer uno nuevo con hilo de sisal doblado sobre sí mismo y engarzado en un trozo de tubo de chatarra aplastando la base entre las mordazas de un tornillo de banco. Recorte el extremo del manojo de sisal con un cúter.

Pintar correctamente un radiador

Para pintar el interior de un radiador, la parte posterior de las tuberías, utilice un pincel largo y angular. Esta brocha está especialmente diseñada para llegar a los rincones más alejados y pintar la totalidad de un mueble o una habitación. Sujétalo en la mano con el dedo índice en la parte superior.

Mezclar la pintura con cuidado

No hay pintura sin un mínimo de preparación. Para facilitar el uso o antes de aplicar el producto sobre una superficie absorbente (madera nueva), la pintura debe diluirse con el disolvente adecuado (agua o white spirit) en una media del 5 al 10% (consultar las instrucciones).

Incluso sin dilución, la mayoría de las pinturas (excepto las gelificadas) necesitan ser agitadas antes y durante su uso para homogeneizar los componentes. Por último, si se añade un colorante o se combinan dos productos, la mezcla debe agitarse enérgicamente. Para ello, utilice el siguiente método:

  1. Sumerja el mezclador montado en el taladro hasta el fondo del frasco.
  2. Comience lentamente, luego mida la aceleración para no desbordarse.
  3. Espere a que la herramienta se detenga antes de sacarla.

Si utiliza un bote de pintura pequeño, opte por un agitador de madera o utilice la hoja de un destornillador limpio. Esto también mantendrá la pintura por más tiempo.

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