Veterinario: visitas imprescindibles para el perro

Veterinario visitas imprescindibles para el perro

Una cuarta parte de los perros se marean en el coche y este porcentaje se eleva al 50% cuando se trata del viaje al veterinario. El estrés inducido por estas visitas ha sido medido en numerosas ocasiones por investigadores que, sin embargo, han demostrado que una visita bien preparada genera menos estrés. El miedo y el estrés inducen diferentes reacciones emocionales. Así tu perro puede permanecer congelado, pero también buscar huir o para algunos buscar atacar. Unos consejos fáciles de aplicar mejorarán la comodidad de tu acompañante y la tuya durante las consultas.

La mejor manera de reducir esta sucesión de eventos estresantes es preparar a tu compañero para estos cambios inevitables en su entorno.

PREPARANDO A TU PERRO: LAS DIFERENTES ETAPAS DE LA VISITA

1. TRANSPORTE

  • Si camina hacia el veterinario, pregúntele si puede mostrarle a su perro la sala de espera durante unos segundos de vez en cuando. Si puede recibir una recompensa de los asistentes, entonces verá a su perro disfrutando de su visita anual.
  • En el coche algunos perros pueden mostrar signos de incomodidad. Los animales también pueden ser propensos a sufrir mareos (náuseas, vómitos). Si cree que estos signos son demasiado intensos e interrumpen el viaje, hable con su veterinario. Existen medicamentos que reducen este mareo por movimiento.
  • Enséñale a tu perro a conducir regularmente. Los estudios han demostrado que los perros que toman el automóvil solo para ir al veterinario se sienten mucho más perturbados por el transporte. Cuanto más asocie tu perro el coche a un acontecimiento placentero (salida al bosque, por ejemplo), más fácil será subirlo para ir al veterinario.
  • La mayoría de los cachorros se marean en el automóvil, pero esta molestia puede desaparecer cuando sean adultos. Así que tenga la seguridad de que si su cachorro se marea en el automóvil, puede mejorar.

2. EN LA SALA DE ESPERA

  • Mantenga a su perro atado y cerca de usted. Háblale suavemente. Instálelo en una alfombra que le resulte familiar.
  • Si su perro parece agitado, no lo reprenda. Los perros reprendidos por su dueño antes y durante las consultas son más propensos a ser agresivos con el veterinario.
  • Después de 5 minutos de presencia en la sala de espera, para perros ansiosos, el estrés aumenta rápidamente. Para evitar esta espera, que muchas veces escapa al control del veterinario, lo mejor es que tu compañero espere fuera mientras lo sacas a pasear o dejarlo en tu coche si el tiempo lo permite.
  • Si su perro está ladrando o tratando de interactuar con compañeros no deseados, salga a caminar si es posible.

3. DURANTE LA CONSULTA

  • Hable con él y acarícielo durante el examen clínico. Se ha demostrado que reduce el estrés en los perros.
  • Ojo, si tu perro muestra signos de agresividad (mirada fija, cuerpo rígido, gruñidos, mordeduras al vacío) es importante no acariciarlo y tranquilizarlo: reforzarás este comportamiento.
  • En este caso, deje que el equipo de atención haga lo suyo para que la atención se realice con total seguridad. Algunos perros requieren que se les ponga un bozal por un corto tiempo.
  • Si le parece necesario llevar bozal, acostúmbrelo en casa.
  • Dale una recompensa de comida al final de la consulta.

HABITUACIÓN AL HOCICO

La duración de cada paso depende del temperamento del perro y de la habilidad de los guías:

  1. Abre el hocico y ofrece recompensas a través de él para que el perro introduzca la nariz espontáneamente. Una variación es depositar una recompensa en forma de pasta (queso cremoso o paté) en los surcos del hocico.
  2. Cuando el perro retrae fácilmente la nariz y lame o come la recompensa , el hocico se cierra durante unos segundos. La operación se repite varias veces, aumentando la duración, y se sigue repartiendo la recompensa. El perro no debe mostrar signos de incomodidad.
  3. Cuando el perro aguanta el bozal durante varios minutos, salimos a pasear y le quitamos el bozal pasados ​​unos minutos, antes de que el perro intente quitárselo. Luego aumente gradualmente la duración del uso del bozal en el exterior.

RECONOCE LAS SEÑALES DE MIEDO O ESTRÉS QUE EMITE TU PERRO

ESTRÉS

  • Posición de las orejas bajas o incluso presionadas hacia atrás.
  • Chupete de trufa*
  • bostezos*
  • Mirada evasiva furtiva
  • Pupilas dilatadas*
  • Piloerección*
  • Temblor*
  • Postura de espalda baja
  • intenta huir
  • Vaciado de las glándulas anales*
  • Micción y defecación*

*Aunque pueden aparecer con signos de miedo, estos son signos de estrés.

CALMA

  • cola levantada
  • cuerpo suave
  • exploración ambiental
  • Buscando interacciones con humanos

CONCLUSIÓN

Los científicos han demostrado que es posible reducir en gran medida el estrés durante una visita al veterinario preparando a tu perro para este evento. Si a pesar de estos consejos tu compañero muestra signos importantes de estrés, habla con tu veterinario, él te ayudará a que esta visita sea agradable para él y para ti.

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